Infancia
Ficha personal de Aristóteles Onassis |
Un hombre de negocios
Empezar desde cero no fue fácil. Aristóteles tuvo que falsificar su identidad para "envejecer" seis años y así estar en condiciones legales de trabajar. Aunque fue un difícil comienzo, poco a poco consiguió relanzar el negocio familiar del tabaco. Aris siempre tuvo muy claro que quería entrar en la alta sociedad, de modo que su prioridad fue, con los pocos ingresos que obtuvo al principio, renovar su vestimenta y comprar ropas sofisticadas para poder acceder a los lugares que frecuentaba la alta sociedad de Buenos Aires.
Poco a poco y gracias a sus compañías, las ganancias de Onassis crecieron. Decidió, con la ayuda de su padre, empezar a comerciar con el tabaco turco. Así pues se inició en el negocio naval para poder llevar a cabo su objetivo, y empezó a comprar barcos. Su economía aún no era suficientemente elevada como para costear dichos navíos, pero gracias a su capacidad de persuasión consiguió multitud de créditos con los que logró renovar completamente su flota. Así, se introdujo en un tipo de negocio en que compraba e invertía con dinero de los demás, y no con el suyo; pero luego era capaz de recuperarlo para devolverlo e incluso de doblar las cifras.
De esta manera en 1939 poseía una gran flota de petroleros con la que sostener a los aliados, y de la cual salió muy beneficiado.
Aristóteles Onassis, la imagen de un hombre de negocios http://www.sinergocios.info/Public_html/index.php/temas-empresariales/114-reglas-de-aristoteles-onassis-para-el-exito-financiero.html |
La forma de vida de Aris en lo que a los negocios se refería y su costumbre de vivir a costa del dinero ajeno le trajo problemas en algunas ocasiones. En 1954 había sido investigado por el FBI, que le acusaba de fraude contra el gobierno norteamericano. Él mismo se declaró culpable y pagó una multa de siete millones de dólares.
Pero eso no supuso un inconveniente para que Aristóteles siguiese adelante con su negocio. En 1957 fundó Olympic Airways (lo que hoy en día es conocido como Olympic Airlines), la primera línea aérea griega. Así pues, Onassis se convirtió en el magnate griego más famoso de la industria naviera del siglo XX y el hombre más rico del mundo del momento.
Vida personal y últimos años
Como ya se ha explicado anteriormente, Aristóteles Onassis contrajo martimonio el 28 de diciembre de 1946 con Athina Mary Livanos, hija del magnate naviero Stavros Livanos. A día de hoy sigue diciéndose que posiblemente Aris se casó de forma interesada por el negocio familiar de su esposa. Juntos tuvieron dos hijos: Alexander y Christina, ambos nacidos en Nueva York.
A pesar de su matrimonio, Onassis pronto iniciaría un romance con la diva de la ópera Maria Callas. Aris dejó a su mujer, quien posteriormente se opondría a su matrimonio con la viuda de Kennedy, y acabaría suicidándose en 1974. Aunque Aristóteles decidió acabar con su anterior relación para, aparentemente, consolidar el romance con Callas, él se opuso a contraer matrimonio con ella a pesar de su insistencia. Todo el mundo sospechaba que la estrella de la ópera era el amor de su vida; por eso todos quedaron sorprendidos cuando, en 1968 Aris terminó abruptamente la relación para casarse con Jacqueline Kennedy, la viuda del que fue Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy.
Boda entre Jaqueline Kennedy y Aristóteles Onassis http://www.dw.de/sensacionalismo-y-negocio-detr%C3%A1s-de-los-paparazzi/a-3434926-1 |
Pronto Onassis se sintió defraudado por su nueva esposa e intentó reconquistar a María Callas, quien se opuso a iniciar nuevamente un romance con él.
El 23 de enero de 1973 su hijo y heredero Alexander murió en un trágico accidente de avión. El desastre le hundió en una depresión de la que nunca consiguió salir. Al mismo tiempo, inició un trámite de divorcio con Jacqueline Kennedy, que había desarrollado unos malos y costosos hábitos que tenía que costear él.
La depresión por la muerte de su hijo, la presión del divorcio y el mal hábito del tabaco y los puros acabaron desencadenando en una neumonía que acabó con su vida en 1975, en Francia.
Como el divorcio aún no se había resuelto Jacqueline heredó un tercio de su fortuna, por la que tuvo que pelear con Christine, la única hija de Onassis.
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