Hoy sábado 20 de octubre se celebran los 44
años del matrimonio entre el magnate griego,
Aristóteles Onassis, y la viuda de Kennedy, Jacqueline Kennedy.
Aristóteles Onassis, y la viuda de Kennedy, Jacqueline Kennedy.
En
un mes de octubre de hace casi medio siglo, Jacqueline Kennedy contraía
matrimonio, en segundas nupcias, con un importante armador griego, Aristóteles Onassis, también conocido como el Rey Midas del siglo XX por convertir en oro todo lo que tocaba. Es bien
sabido que se trató de un matrimonio de conveniencia, ya que existía un claro
interés por parte de ambos.
Jacqueline
se cruzó en la vida de Onassis cuando este mantenía un romance con la diva
María Callas. Jacqueline sufría por ella y sus hijos ya que pensaba en un
posible maldición contra los Kennedy
y por esa razón quería marcharse de
Estados Unidos. Conocer a Onassis le vino muy bien, el le aportó la protección
y nivel económico que ella necesitaba y ella le aportó a el su status social.
El
enlace e produjo el 20 de octubre de 1968 en la isla griega de Skorpios, isla
privada del magnate, Jacqueline vistió un vestido de Valentino muy sobrio y elegante. Fue una boda muy sonada y las revistas de todo el mundo lo
reflejaron. En ese momento los medios estadounidenses dieron mucha más cobertura a la boda que a cualquier otro tema, como por ejemplo la Guerra de Vietnam.
En 1968, año del enlace Onassis era 23 años más viejo que la viuda de Kennedy, Jacqueline tenía 39 años y Aristóteles Onassis 62. La iglesia católica tenía series dudad en relación a la valida del matrimonio entre un griego ortodoxo y divorciado y una viuda católica.
La
calma inicial no deparaba un buen final. Las relaciones de Jacqueline con los
hijos de Onassis fueron tortuosas, mientras Onassis viajaba con Carolina y John (el hijo de Onassis,
Alejandro Onassis, había introducido a John en el mundo de la aviación),
a Jackie se la vio rara vez en compañía de su hijastra Christina
Onassis, que finalmente terminó rechazándola. Durante la relación de Jacqueline con Kennedy esta se caracterizó por ser sobria, elegante y tener un gran saber estar, se convirtió así en un icono mundial de la moda, pero en su relación con Onassis cambió mucho: se volvió menos reserva y empezó a tener gustos extravagantes, hasta el punto de ser conocida por sus caprichos y derroches. Jacqueline Kennedy se aficionó a una vida de vicios,
gustos caros y dinero que su marido tenía que mantener a base
de cheques.
Pasados
unos años, Onassis empezó a tramitar el divorcio, e incluso intentó
reconquistar a María Callas. En pleno proceso de divorcio Aristóteles Onassis
murió, concretamente el día 15 de marzo de 1975. De esa manera, Jacqueline
obtuvo una millonaria herencia que acabó poniendo punto y final a su
matrimonio.